Alejandra Patricia Essissima

Alejandra Patricia Essissima Imperial, querida madre, abuela y bisabuela, descansó en Cristo el 22 de octubre de 2023, acompañada hasta sus últimos momentos por el amor incondicional de sus hijos en la comodidad de su hogar. Nacida el 16 de febrero de 1957 en Monterrey, México, hija de los ya fallecidos Gonzalo Imperial Arreola y Alicia Garza, Patty, desde su infancia, mostró una pasión y determinación inigualables, siempre protegiendo y luchando por cada uno de sus diez hermanos. Esos rasgos que surgieron en su juventud se convirtieron en los pilares de su carácter y personalidad. Poseía un corazón inmenso, siempre dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaban, y un espíritu indomable que la acompañó hasta sus últimos días. Durante su adolescencia, Patty cristalizó su relación con Dios, bautizándose en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, donde no solo encontró amistades que durarían toda la vida, sino también a su primer esposo, Carlos Ramírez, con quien tuvo a sus adorados hijos Rakcel e Hildebrando. Tras el término de ese matrimonio, Patty decidió emprender una nueva vida en Estados Unidos en la década de 1980, aunque siempre mantuvo fuertes lazos con su querido México. Durante finales de los 80 y principios de los 90, dedicó su vida a educar a sus hijos, inculcándoles el amor y la bondad de Dios. En 1998, conoció a su difunto esposo Nathanael Essissima. Juntos compartieron más de 20 años viajando y dirigiendo Jenessco Industries, Inc. En el ámbito empresarial, Patty se encargó de las operaciones administrativas y fue clave en la fundación y expansión de la planta de la empresa en Guatemala. Como madre, disfrutaba especialmente pasar tiempo con sus hijos, leer la Biblia, hacer rompecabezas y apostarlo todo en apuestas arriesgadas en juegos de mesa, muchas veces saliendo victoriosa. En 2003, Patty fue diagnosticada con cáncer de mama, y contra todo pronóstico, logró una remisión completa. Pero en 2015 recibió un diagnóstico aún más desafiante: cáncer de pulmón terminal, con metástasis afectando desde su estómago hasta otros órganos vitales y sus huesos. A pesar de que los médicos sólo le dieron seis meses de vida, ella enfrentó este reto como enfrentó todo en su vida: con una fe inquebrantable en Dios y un espíritu combativo. Adoptó un cambio radical en su estilo de vida, incorporando una dieta vegana, tomando jugos diariamente y cuidando meticulosamente su alimentación y salud. Año tras año, Patty desafiaba las expectativas. En 2020, enfrentó una breve hospitalización a causa del COVID, pero logró recuperarse sin secuelas duraderas. Sin embargo, en 2021, se le diagnosticó enfermedad leptomeníngea (LMD), una complicación grave del cáncer avanzado. A pesar de que los médicos nuevamente le dieron un pronóstico de vida limitado, ella solía decir que no estaban equivocados, sino que simplemente carecían de fe. Fue dos años después, en un viaje al extranjero mientras descendía de la Gran Muralla China, que la enfermedad la obligó a detenerse. Tras una valiente lucha de tres meses y medio contra la LMD, Patty finalmente cedió ante la enfermedad, falleciendo serenamente en su cama. Será recordada eternamente como alguien que abogaba por los necesitados, valiente, fuerte, divertida y siempre presta a dar testimonio de la misericordia y los milagros de Dios, diciéndole a todo aquel que conocía que Dios la había salvado en múltiples ocasiones del cáncer terminal y que Cristo pronto viene. Ante los enormes desafíos y desamores a lo largo de su vida, permaneció firme, valiente y fiel, hasta su último aliento. Fue precedida en la muerte por sus padres, su hermana Elida Imperial Garza, su hermano Andrés Imperial Garza y su esposo Nathanael Essissima. Fue una madre maravillosa para Alejandra Rakcel y su yerno favorito Raul, así como para Benjamin Hildebrando y su esposa Anna; una querida figura materna para su sobrino Andrés; una abuela adorada para Gonzalo y su esposa Victoria, Leslie Rakcel y Azza Lea; una increíble bisabuela para AnaPaola; y una admirable amiga y jefa para Dora Ceballos. Le sobreviven sus hermanos Gonzalo, Alicia, Juanita, María Teresa, Julio César, Juan Daniel y Lucy como también los hijos de Nathanael, Felix, Philippe, y Francine. La familia desea expresar su más sincero agradecimiento a todas las personas que han acompañado y apoyado a Patty y a nosotros durante estos años. Valoramos tremendamente las oraciones, el amor y el cuidado brindado en sus últimos meses, semanas y días.